octubre 21, 2025

Cercano está Dios de los Quebrantados de Corazón

Cercano está Dios de los Quebrantados de Corazón

Cercano está Dios de los Quebrantados de Corazón: Sermón sobre Salmo 34:18

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El Salmo 34, versículo 18, nos entrega una de las promesas más reconfortantes de toda la Escritura: «Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón y salva a los contritos de espíritu.»

Esta no es solo una frase poética; es una verdad profunda que revela el corazón de Dios hacia quienes atraviesan momentos de dolor, angustia o humildad. En este mensaje, exploramos qué significa realmente tener un corazón quebrantado y cómo este estado, lejos de ser una debilidad, es la puerta de entrada a la cercanía más íntima con nuestro Creador.


Dos Tipos de Quebranto: El Juicio y la Súplica

La palabra de Dios nos muestra que existen dos tipos de quebrantamiento. El primero es el que Dios promete a sus adversarios. Como leemos en 1 Samuel 2:10: «Delante de Jehová serán quebrantados sus adversarios.» Este es un acto de juicio divino, donde la fuerza y el orgullo del impío son reducidos a polvo. Vemos cómo Dios quebrantó la soberbia de Faraón, no con un solo golpe, sino desmantelando uno a uno los dioses y las seguridades de Egipto.

Pero hay un segundo quebranto, uno que no nace del juicio, sino de un alma que reconoce su necesidad de Dios. Este es el quebranto al que Dios no promete destruir, sino levantar. Es el corazón dolido, el espíritu humilde que clama por una mano protectora. Y aquí es donde se encuentra la mayor de las bendiciones.

«Dios a uno promete quebrantarlo, pero al otro, al del alma quebrantada, Dios promete levantarlo.»


El Secreto de David: La Razón detrás del Salmo 34

Este salmo no nació en un momento de paz en el palacio. Su contexto es uno de los momentos más humillantes en la vida del rey David. Huyendo de Saúl, David se encuentra frente al rey Abimelec, un enemigo, y para salvar su vida, se hace pasar por loco (1 Samuel 21). Se dejó caer la saliva, rayó las murallas; el futuro rey de Israel, el vencedor de Goliat, actuando como un demente para sobrevivir.

Fue después de esa experiencia de profunda humillación que David escribe estas palabras. Por fuera, parecía un loco, pero por dentro, su alma estaba quebrantada y su espíritu, contrito. Él experimentó en carne propia que, en el punto más bajo de su vida, la presencia de Dios estaba más cerca que nunca.


¿Qué Significa Realmente «Quebrantado» y «Contrito»?

La riqueza del idioma hebreo nos abre un mundo de significado:

  • Cercano (Karov): No significa simplemente «próximo». Implica un parentesco, una cercanía como la de un padre. Dios se vuelve nuestro pariente más cercano en nuestro dolor.
  • Quebrantado de Corazón: La imagen no es la de una vasija rota en mil pedazos. Literalmente, significa «partido» como los gajos de una naranja. El énfasis no está en la rotura, sino en que Dios está cercano a cada una de esas partes separadas.
  • Contrito de Espíritu: Esto es aún más profundo. Significa un espíritu «hecho polvo». Reducido a la partícula más pequeña e imposible de juntar para nosotros.

El énfasis del salmo no está en la amargura de la rotura. El énfasis está en que ¡cerca está el Señor de aquellos que están rotos!


El Bálsamo de Dios: La Promesa de Isaías 57:15

El profeta Isaías lo confirma de una manera asombrosa: «Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita en la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.«

¡Qué revelación tan poderosa! Dios, que habita en la santidad inalcanzable, hace una excepción. Deja Su trono, Su altura, y desciende para habitar junto a ti cuando tu espíritu está humillado. No tienes que esperar al mañana; es una palabra profética de cumplimiento inmediato. En el instante en que te humillas, Él está ahí para darte vida.


El Quebranto no es el Final, es el Comienzo

Para Faraón, el quebranto fue el final. Pero para un hijo de Dios, no es el final; es el principio de la liberación y la alegría. El testimonio de David no es un lamento, es un canto de agradecimiento. Su quebranto no lo llevó a la derrota, sino que fue la llave que activó la intervención victoriosa de Dios.

«El quebranto no es para llorar. El quebranto es para disfrutar de lo que Dios va a hacer a través de tus lágrimas.»

No es necesario estar en pecado para quebrantarse. Puedes tener todo en orden y, aun así, decidir arrodillarte y romper tu corazón voluntariamente ante Él, reconociendo que sin Su presencia, no eres nada. Mientras más humilde te mantengas, más alto te llevará el Señor.

Una Invitación para Ti

Hoy, el Señor te hace la misma invitación. No importa cómo hayas llegado. Si tu corazón está roto por las circunstancias o si decides humillarte voluntariamente, la promesa sigue en pie: el Alto y Sublime descenderá para abrazarte. Él está aquí para transformar tu lamento en baile y para vivificar tu espíritu.

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