Bienvenido a Templo Belén
Amar a Dios y Amar a los Demás
Nuestra Historia
El Llamado Inesperado: Así Nació Templo Belén
Relato por los labios de nuestro Pastor Antonio Ponce de su llamado al ministerio y del comienzo de nuestra Iglesia.
La Noche de los Nombramientos y el Dilema del Pastor Aros
Este es el relato del llamado que cambió mi vida y sembró las raíces de Templo Belén.
Comencé a predicar en la iglesia de mi Pastor, Manuel Aros, en La Hermida. Corría el año 1975, y el 25 de diciembre de ese año se celebrarían los nombramientos anuales. Ese día, cerca del Canal San Carlos, mi pastor comenzó a designar a los líderes: jefe de coro, predicadores, profesores y, finalmente, oficiales. En mi interior, yo anhelaba ser nombrado oficial. Me quedé en la banca, desilusionado, pensando: «¿Por qué?». Uno siempre se desilusiona con el Señor cuando no conoce Sus planes.
Pero antes de terminar, el Pastor Aros anunció que, como corporación, levantaríamos nuevas obras. Nombró a hermanos para Villa El Cobre y para Colón Oriente, en Las Condes.
Luego, dijo: «Y ahora vamos a abrir obra en Cerrillos.»
Fue en ese momento cuando mi pastor reveló una lucha: «Aquí tengo un problema,» dijo. «El Señor me está pidiendo un hombre de aquí, un hermano, pero yo no quiero que se vaya. Lo necesito aquí.»
La Tercera Oración y el Destino en Cerrillos
La iglesia, repleta, se arrodilló para orar. Yo, como jefe de coro, permanecí de pie, observando a todos orar fervorosamente. Al cabo de un momento, él se levantó y dijo: «El Señor no quiere que desista. Él me lo pide, me lo pide, y yo no quiero que se vaya. Vamos a orar de nuevo.»
Oramos por segunda vez. Yo seguía sin darme por aludido, sin pensar en quién sería el llamado, pero comencé a sentir una inexplicable inquietud en mi interior.
«No, es igual,» dijo mi pastor al levantarse de la segunda oración. «Vamos a orar la tercera vez, y esta es la definitiva.»
Esta vez, me arrodillé. Dejé mi guitarra a un lado y me postré en el suelo. Mientras orábamos por tercera vez, sentí su mano en mi hombro. Él me llamó por mi apodo cariñoso: «Guacho, sube allá.»
Le miré y le dije: «No, no, no, Pastor. Yo no.»
Con lágrimas en los ojos, mi pastor me respondió: «Guacho, yo tampoco quiero, pero el Señor dice que sí. Anda nomás.» Era un hombre de carácter fuerte, y verle llorar junto a mí, en el altar, fue un momento de quiebre.
Me puso en el púlpito, y ese mismo día, un 25 de diciembre de 1975, fui nombrado Pastor de Cerrillos. Así, por obediencia a un llamado inesperado, se comenzó a escribir la historia de lo que hoy es Templo Belén.
Misión
Servir, Transformar y Proclamar la Esperanza en JESÚS
La misión de Templo Belén es llevar el mensaje transformador de Jesucristo a cada persona, creando un ambiente de amor, aceptación y crecimiento espiritual. Estamos dedicados a servir activamente a nuestra comunidad, a discipular a los creyentes para que vivan una fe relevante y práctica, y a proclamar la esperanza que se encuentra en la Biblia. Nos esforzamos por ser un faro de luz que impacte familias y vidas, reflejando el amor incondicional de Dios en todo lo que hacemos.
Nuestros Valores
Los Valores que Guían la Comunidad de Templo Belén
En Templo Belén, nuestros valores no son solo palabras; son los principios activos que guían cada decisión, cada servicio y cada interacción dentro y fuera de nuestra comunidad. Estos son los cimientos de nuestra vida juntos:
- Amor y Aceptación Incondicionales: Valoramos a cada persona como imagen de Dios. Nuestro compromiso es crear un espacio donde todos se sientan aceptados, bienvenidos y amados, sin importar su historia o trasfondo. Practicamos la gracia y la misericordia en todas nuestras relaciones.
- Excelencia en el Servicio: Buscamos honrar a Dios dando lo mejor de nosotros en todo lo que hacemos. Esto se traduce en calidad, dedicación y pasión en nuestros ministerios, servicios y atención a la comunidad.
- Crecimiento y Discipulado: Creemos que la fe es un viaje continuo. Fomentamos el aprendizaje profundo de la Biblia y el desarrollo personal y espiritual, equipando a los creyentes para vivir una vida de propósito.
- Comunidad Genuina y Relevante: Nos esforzamos por ser más que un lugar de reunión; somos una familia que se apoya mutuamente. Valoramos la transparencia, la amistad y la interconexión, asegurando que la fe sea práctica y relevante para la vida diaria en [Tu Ciudad/Comunidad].
- Generosidad y Mayordomía: Entendemos que todo lo que tenemos proviene de Dios. Valoramos la generosidad en el dar (tiempo, talentos y recursos) y la mayordomía responsable de los dones y bienes que se nos han confiado.
Estos valores definen quiénes somos y cómo vivimos nuestra fe en Templo Belén.
En que Creemos
Fundamentos de Nuestra Fe: Las Creencias Centrales de Templo Belén
En Templo Belén, nuestra fe se basa sólidamente en la Biblia, la Palabra inspirada e infalible de Dios. Nuestras creencias fundamentales incluyen:
- La Biblia: Creemos que es la única regla de fe y conducta.
- Dios: Creemos en un solo Dios, que existe eternamente en tres personas: Padre, Hijo (Jesucristo) y Espíritu Santo.
- Jesucristo: Creemos en Su nacimiento virginal, Su vida sin pecado, Su muerte expiatoria en la cruz, Su resurrección corporal y Su regreso prometido.
- Salvación: Creemos que la salvación es un regalo de Dios, ofrecido por gracia a través de la fe en Jesucristo.
- El Espíritu Santo: Creemos en la obra del Espíritu Santo, que capacita al creyente para vivir una vida santa y servir eficazmente.
- La Iglesia: Creemos en la Iglesia universal, compuesta por todos los que han creído en Jesús, y en la importancia de la iglesia local como comunidad de fe.
Este conjunto de creencias es el motor de nuestra vida y el cimiento de nuestra comunidad.
